La genómica es una tecnología que permite identificar a los animales portadores de rasgos específicos relacionados con características de salud, crecimiento, reproducción o producción desde el momento de su nacimiento mediante un análisis de su ADN. De esta forma, la selección genómica consiste en utilizar la información disponible del ADN de los animales para la predicción de sus valores genéticos, así como del rendimiento y morfología de sus descendientes.
Esta tecnología, que nació como un valioso complemento a las técnicas de selección y evaluación tradicionales ha ido adquiriendo con el tiempo mayor protagonismo, hasta el punto de que, hoy en día una parte de las empresas dedicadas a Alta Selección de numerosas razas y a la obtención de nuevo material genético han optado por eliminar las técnicas tradicionales de selección y evaluación de la descendencia.
¿Por qué? Porque para obtener unos indicadores fiables en los distintos parámetros de la evaluación de la descendencia de un único toro, es necesario llevar a cabo un seguimiento de un mínimo de 70 descendientes en diferentes ganaderías y condiciones de cría. Se trata de una labor larga y costosa, que necesita de observadores muy cualificados y especializados, y que debe realizarse para todos los toros que sean candidatos a ser sementales de inseminación artificial y que hayan superado todas las fases previas de este proceso.
En cambio, la selección genómica permite obviar este proceso, realizándose una estimaciones directas de los caracteres de la descendencia en función del ADN de los parentales, lo que permite el ahorro en tiempo y dinero con respecto a la selección clásica y una más rápida comercialización del semen y los embriones. Si bien es una técnica que, aplicada a la selección clásica, contribuye a fortalecer en gran medida la fiabilidad de las evaluaciones, o que incluso podría usarse por sí sola en razas que han conseguido una uniformidad morfológica y funcional muy elevada (como holstein) o en medios de producción en los que es imposible aplicar técnicas clásicas de evaluación (inexistencia de técnicos cualificados o datos de población poco fiables) como es el caso de España; el uso de la genómica como herramienta exclusiva de selección de sementales para inseminación artificial en razas con una elevada variabilidad de morfología y caracteres productivos (como el fleckvieh) debe tomarse con cautela.
La selección genómica no tiene en cuenta la influencia que el ambiente, la alimentación, el manejo y otros factores externos tienen en la expresión de los genes, que sí se tienen en cuenta en una selección clásica, más lenta pero basada en datos medidos en condiciones reales de explotación. Esto tiene como resultado desviaciones de las estimaciones iniciales en función del ambiente, al no expresarse los genes que deberían hacerlo y tan importante o más que el anterior, pérdida de los caracteres que definen la raza como tal (tipo o morfología racial) si la selección se basa únicamente en el conjunto de unos pocos genes que determinan para determinados caracteres productivos. Puede apreciar los resultados de los dos sistemas de selección en las fotografías, si bien hay que tener en cuenta que la aptitud productiva de los animales es diferente en cada caso.
Nuestra conclusión es que la genómica, si bien es una herramienta magnífica de evaluación debe ser complementada con recopilación de datos en campo y cálculo de valores estimados de cría propios para cada ganadero.
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