En relación directa con los datos censales presentados en el artículo anterior y publicados en la aplicación ARCA del MAPAMA por la Entidad Gestora del Libro Genealógico, los datos productivos de la raza fleckvieh muestran una población extremadamente envejecida, con una media de edad de 144 meses (12 años) para hembras y 90 meses (7,5 años) para machos. Teniendo en cuenta esta información, al menos la mitad de las reproductoras habría superado ya la duración de la vida productiva. Se trata de edades muy superiores a los de cualquier otra raza integrada en España y que hacen prever un muy brusco descenso de la población de la raza a corto plazo. De nuevo es necesario plantearse seriamente la fiabilidad de estos datos, toda vez que implican que en las explotaciones españolas se estarían manteniendo hembras con una media de diez lactaciones y reproductores con edades que no los hacen aptos para servicio de monta natural y que pondrían en serio riesgo la rentabilidad de las mismas. Una de las causas más probables para que se den estos valores es que en los registros de la Entidad Gestora del Libro Genealógico haya inscritos un gran número de animales que desde hace años no están realmente activos. Es decir, la población real de reproductoras fleckvieh activas o bien es muy inferior a lo indicado oficialmente o bien queda mayoritariamente al margen de dichos registros, lo cual explicaría también las bajas tasas de partos en pureza. Esta explicación está avalada por los datos obtenidos en SITRAN, que indican una población de reproductoras fleckvieh (3.860) y edades muy inferiores (6,5 años de media) a las registradas por la Entidad Gestora del Libro Genealógico en la aplicación ARCA. Por tanto, de los datos se desprende que el Libro Genealógico de la Raza contiene inscritos una gran masa de animales que no están activos, apareciendo infladas de forma artificial las cantidades de animales presentes.
Mención aparte (por nada creíbles) merecen los datos de rendimiento cárnico. En la gráfica se representan los datos de ganancias medias de diversos países, obtenidos de distintas fuentes oficiales y artículos científicos. Según los datos disponibles, en una población completamente heterogénea como la española, que incluye en el mismo saco a animales específicamente seleccionados para producción de leche, doble aptitud y producción de carne, la ganancia media diaria para toda la población alcanzaría los 1.900 gramos desde el nacimiento hasta el sacrificio a los 10 meses (MAPAMA, 2017). Esto implicaría (de ser cierto) que la población española de Fleckvieh tendría una de las ganancias medias diarias más altas del mundo, superando no solo a todas las razas españolas especializadas en producción de carne, sino a casi todas las poblaciones de fleckvieh del planeta. Así, la ganancia media de la población alemana de Fleckvieh de doble aptitud (1.300 g) quedaría pulverizada por la española. Pero no solo eso, la población española también superaría al fleckvieh de aptitud cárnica alemán (1.650 g), llegando a ser igualada únicamente por el simmental danés (1.935 g). Si bien es cierto que a título individual, ganaderías que cuenten con animales con buena genética, manejo y alimentación adecuados pueden alcanzar estos valores (e incluso superarlos), extrapolar estos datos al total de una población completa como la española, cuyo núcleo fundacional es Fleckvieh austríaco de doble aptitud y sin un solo animal inscrito en los registros de méritos resulta escandaloso, sobre todo cuando se tienen datos como los obtenidos en condiciones controladas en centros de testaje que indican una ganancia media diaria de 1.56 kg desde el nacimiento hasta los 340 días de edad, o los publicados por centros del País Vasco, que indican una ganancia media de 1.42 kg desde el nacimiento hasta los 365 días de edad (valores normales en la media europea para la raza). Es totalmente inconcebible mentir en público de esta manera.También se indica que el rendimiento medio de la canal es del 60%, pero ¿Cuántas canales y en qué mataderos se han evaluado?
Si analizamos los datos publicados por MAPAMA (2016), la Entidad Gestora del Libro Genealógico únicamente efectuó control de rendimiento cárnico a un total de 179 animales. Los datos resultan insultantes hasta el extremo, pues se basan en los datos facilitados por los ganaderos a la Entidad, tomados por ellos en sus propias fincas, sin asistencia ni control alguno de ningún técnico de la Asociación. Pero el agravio es todavía mayor si se comparan con los números de Asociaciones de otras razas integradas que, a día de hoy están recibiendo la misma financiación que la raza Fleckvieh. Así, las razas Charolesa (1.303), Blonda (5.275) y Limusina (10.014) superaron de forma aplastante al Fleckvieh en cuanto al número absoluto de animales bajo control de rendimiento cárnico. Si se analiza el ratio entre animales bajo control de rendimiento cárnico y nodriza (datos Arca), la raza Fleckvieh apenas alcanza los 0.03 animales controlados por reproductora. Destaca sobremanera la Raza Blonda con 0.72 animales en control de rendimiento por reproductora (datos 2015).
En cuanto a los rendimientos lecheros, el caso es todavía mucho más grave, puesto que en España no existen programas oficiales de control de rendimiento lechero en Fleckvieh, ni tampoco se recoge en el Plan de Mejora sistema alguno de control de rendimientos. Por tanto los valores indicados (8.000 kg de media por lactación, 4,2% grasa, 3,7% proteína) carecen por completo de base experimental mínimamente fiable. Estos datos también superarían en todos los ámbitos al fleckvieh alemán (que cuenta con uno de los mejores programas de evaluación y mejora del mundo para fleckvieh de doble aptitud) y que según datos oficiales del Ministerio de Agricultura Alemán alcanza 7.500 kg de media por lactación, 4% de grasa y 3.5% de proteína. Con respecto a esto cabe ya preguntarse muy seriamente cual es el papel de los organismos públicos que se supone que deberían controlar las actividades y la veracidad de los datos que aportan los gestores del Libro Genealógico y si, en este caso particular, el Inspector de la Raza conoce estos datos y por qué los ha validado para su publicación cuando en el Programa de Mejora no existe ni una sola alusión al control de rendimientos lecheros.
Y estos elementos nos llevan a plantearnos el fondo real del asunto ¿Cómo se están realizando en España los controles de rendimiento cárnico y lechero de la raza fleckvieh? Según el Programa de Mejora, las explotaciones colaboradoras son las que remiten datos periódicamente a la entidad, pero corresponde a los “controladores de campo” de la entidad gestora del Libro Genealógico realizar las visitas a explotaciones para revisar y confirmar los datos que aportan las mismas. Así mismo, deben identificar las vacas y sementales, realizar la calificación lineal de los reproductores, determinar el peso de los terneros al destete, calificación lineal para apreciar el formato carnicero y obtener los datos relativos al peso de la canal, edad de sacrificio, y conformación en mataderos. Todas estas disposiciones están plenamente en vigor, son de obligado cumplimiento y fueron aprobadas en el Boletín Oficial del Estado de 2 de marzo de 2012. Sobre el papel todo está muy bien, pero el gran problema es que no existen “controladores de campo” que visiten las explotaciones para realizar control de pesos ni calificaciones morfológicas. De hecho, si se analiza la contabilidad de la Entidad, puede apreciarse que únicamente cuenta con un solo empleado para toda España y a la vista de los resultados está más dedicado a otros menesteres que al control de rendimientos. De esta forma, numerosas ganaderías ingresan en el Libro Genealógico pero no reciben jamás la visita de ningún técnico de campo, ni control de pesos o evaluación morfológica alguna de sus animales. Y puesto que habitualmente, en las explotaciones no se realizan calificaciones morfológicas (que serían obligatorias según la Reglamentación Específica del Libro Genealógico), en consecuencia el Registro de Méritos permanece vacío.
Por otro lado, los modelos de remisión de datos que las ganaderías colaboradoras están obligadas a cumplimentar únicamente solicitan la identificación del comprador cuando los animales se venden para vida. Es decir, no existe interés alguno en realizar seguimientos de peso, rendimiento y calidad de las canales en matadero cuando estos datos son lo más importante de todo en un programa destinado a selección en aptitud cárnica. Estos datos son los que validan los resultados del Programa de Mejora y lo que podría sentar las bases de una diferenciación productiva en la raza. No obstante, el único interés real es conocer los datos de potenciales clientes interesados en la raza para ofrecerles los servicios de la Entidad gestora, incluidos los de importación.
Así, por desgracia y desde nuestra experiencia, el Programa de Mejora real que está aplicando la Entidad Gestora a nivel de explotación consiste en esperar 6 meses a que las pocas ganaderías punteras remitan los datos de inseminaciones para, posteriormente, comunicar al círculo de allegados los toros que están usando estos ganaderos. Más allá de consideraciones sobre la ética profesional (que podrían ser subjetivas), esta nefasta política tiene unas consecuencias reales muy perjudiciales sobre la población de Fleckvieh española. Y es que en pocos años, el grado de consanguinidad entre distintas ganaderías españolas será tan elevado que resultará completamente imposible aplicar cualquier otro Plan de Mejora.
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