top of page

El futuro de las Asociaciones de Criadores de Razas Puras


Realizar predicciones de futuro puede resultar a menudo engañoso, y lo es aún más en la cría de ganado, donde no se pueden hacer simulaciones a largo plazo que ajusten fácilmente las tendencias de consumo a la economía. Sin embargo, el éxito de la producción de sementales dependerá principalmente de cómo los ganaderos y sus asociaciones se adapten a los requerimientos del mercado.

En un análisis de las poblaciones de sementales en países que son importantes productores de carne de vacuno se observó que únicamente tres razas (de las más de 30 computadas) suponían más de la mitad de todos los registros en Australia (55%), Canadá (70%) y EE.UU. (60%). Esto no supone que las razas minoritarias vayan a desaparecer a corto plazo, pero sí es un importante indicativo de la tendencia existente a nivel mundial de crecimiento de algunas razas a expensas de otras.

Por tanto, el tamaño y el éxito de las Asociaciones de criadores como suministradores de sementales (producción con mayor peso económico y genético) dependerá de cómo éstas y los ganaderos sean capaces de dirigir sus recursos económicos en la gestión de los siguientes aspectos (Massmann, 2015):

  • “Los éxitos del pasado no garantizan rentabilidad futura”: No nos podemos basar en los rendimientos del pasado porque se pierde siempre. La raza que presentaba más registros en los EE.UU. hace 25 años (30%) registra menos del 10% hoy. Algunos criadores se centran en lo que les funcionó en el pasado, y se dan cuenta demasiado tarde de que las demandas del mercado han cambiado. Los responsables de las Asociaciones de Criadores deben mantener encuentros periódicos con los distintos agentes del mercado (mataderos, industrias de transformación, distribuidores, etc.) para estar al tanto de que lo que los consumidores finales demandan de la raza.

  • “Cuidar de sus principales activos”: La principal ocupación de una Asociación de criadores moderna debe ser una correcta gestión de su mayor activo, que no es otro que el control de filiación y el registro de datos de rendimiento que permitan calcular los valores estimados de cría. Éstos y la evaluación de la descendencia de sementales son reconocidos en todo el mundo como la herramienta más poderosa de selección. Ésta debe ser la diferencia principal y la carta de presentación de los criadores de sementales, ya que un toro de abastos no puede disponer de este instrumento de selección. Los compradores de toros necesitan valores estimados de cría que sean fiables y que sólo pueden ser obtenidos en poblaciones grandes, con alto grado de participación en test de rendimiento y una correcta adquisición de los datos, lo que lleva al siguiente punto.

  • “Bases de datos fiables”: Errores en la expedición de cartas genealógicas, selección dirigida de animales de testaje y un registro incorrecto o deficiente de los datos de rendimiento tienen un enorme impacto negativo en la fiabilidad de las evaluaciones genéticas. Es extremadamente importante que el personal de las Asociaciones de criadores tenga una capacidad y formación adecuadas y que éstas soliciten a los ganaderos la mayor fiabilidad posible en los datos enviados (pesos, fechas de nacimiento, inscripción en el momento del nacimiento, etc.). ¿Por qué son tan importantes los datos? La calidad de los valores estimados de cría depende de la calidad de los datos registrados por las Asociaciones. Desafortunadamente, estos parámetros se alejan con frecuencia de los rendimientos reales de los toros debido a deficiencias en el registro de los datos por parte de los ganaderos o en el tratamiento de los mismos por parte de las Asociaciones. Este importante activo que suponen los datos de rendimiento es de poco valor si no se mantiene un amplio programa de testaje y control de rendimientos. No es coincidencia que los mayores productores de carne de vacuno en países como Australia, Nueva Zelanda, Canadá y EE.UU. pertenezcan a Asociaciones que son líderes en control de rendimientos.

  • “Información transparente”: Las Asociaciones de criadores deben ser el centro de información genética de la industria cárnica, y toda su información debería estar disponible de forma libre en internet, de forma que tanto los ganaderos como los operadores de la industria pueda tomar mejores decisiones de cría, o lo que es lo mismo, hacer una mejor selección de los toros a emplear.

  • “Ser superior a otras razas en, al menos, un carácter importante”: No existen las razas que sean superiores en todo. No existe nada más frustrante que decir “nuestra raza es muy buena en 1, 2, 3 y 4” sin que esta afirmación esté fundamentada en pruebas de testaje interracial. Hay que priorizar uno (o quizás dos caracteres) en los que la raza objeto de discusión sea superior a todas las otras razas. Por ejemplo: La raza más popular en Estados Unidos está fuertemente asociada a la calidad de la carne, porque desde hace años, en la gestión de la raza se detectó que éste sería un carácter muy apreciado por los consumidores. De esta forma, las pruebas de testaje se centraron en la calidad de la canal, obteniendo el mayor número de registro de este carácter que cualquier otra raza en el mundo.

  • “Hay que moverse para promocionar la raza”: Actualmente, la promoción que las Asociaciones realizan en muchas razas está mayoritariamente enfocada a los propios ganaderos, lo que es un importante error. Las Asociaciones deben asumir la realidad de que forman parte de un escenario mucho más amplio y que sus principales clientes potenciales son los consumidores de carne de vacuno, no los ganaderos. En este sentido, es importante que dediquen una parte considerable de sus recursos económicos a promocionar la raza ante la industria. Esto incluye anuncios en los medios, distribución regular de material promocional directo a la industria, así como visitas guiadas a explotaciones. El éxito en estas estrategias se traduciría en un incremento de la demanda global de carne de la raza e incremento de precios que con el tiempo, el propio mercado ajustaría incrementando el número de ganaderos de la raza y por consiguiente, los recursos económicos de la propia Asociación.

Si los criadores de razas puras no pueden satisfacer las necesidades reales de la industria comercial, la cría en pureza tal y como la conocemos hoy en día desaparecerá inevitablemente.


Entradas recientes

Ver todo
bottom of page